A continuación, presentamos una breve historia y los fundamentos conceptuales que dan sustento a esta propuesta y explican por qué la Gestión Basada en Procesos es clave para mejorar el desempeño organizacional:
¿Cómo nace el término de Gestión por Procesos?
El enfoque basado en procesos tiene su origen en los conceptos enunciados por Deming (de los cuales se deriva el ciclo que lleva su nombre: Planear, Hacer, Verificar y Actuar, cuyo acrónimo es PHVA o PDCA en inglés) y en la cadena de valor propuesta por Michael Porter, evolucionando hasta un consenso que los clasifica en tres tipos: estratégicos (dirección), operacionales (principales) y de apoyo. Los procesos estratégicos están orientados a lograr el alineamiento con la estrategia corporativa. Los operacionales, por su parte, se centran en actividades clave como ventas, investigación, desarrollo e innovación (I+D+i), y fabricación. Finalmente, los procesos de apoyo proporcionan los recursos humanos y físicos necesarios para el correcto funcionamiento de los demás procesos, asegurando que estos se alineen con los requisitos de los clientes.
En cuanto a sus precursores, Deming, en su libro "Out of the Crisis" (1982), menciona que este enfoque debe identificar las causas de las no conformidades para mejorar continuamente. Es decir, Deming prioriza la identificación de las causas como base para la mejora continua. Por otro lado, Porter, en su obra "Ventaja Competitiva" (1985), clasifica las actividades en primarias y de apoyo (sin definir las estratégicas) y las sintetiza en su Cadena de Valor (CV). En esta Cadena de Valor, las actividades operacionales se consideran primarias e incluyen la logística de entrada, logística de salida, mercadotecnia, ventas y servicio. Las actividades de apoyo, en cambio, abarcan infraestructura, administración de recursos humanos (RRHH), entre otras.
Con el enfoque actual, podemos afirmar que las actividades estratégicas se integran con las de apoyo, logrando una alineación más efectiva dentro de la cadena de valor.
Fundamentos conceptuales
Enfoque proveedor - cliente (input - PROCESS - output)
Uso de indicadores de gestión (KPI)
Revisión de los principios y fundamentos de los sistemas y sus procesos para conceptualizar y entender cómo se logran implementar las buenas prácticas, tales como la implantación de un sistema de gestión certificado, la integración y actualización continua de los documentos de la empresa, entre otros.
Como ejemplo, a continuación se presenta la caracterización del proceso denominado: Gestión del conocimiento.
Gestión del conocimiento
Propósito: Identificar, validar, aprobar, registrar y socializar las buenas práctica de la organización.
Propietario del proceso: Gestor del conocimiento.
Alcance del proceso: Desde la identificación de una buena práctica hasta su socialización en la empresa.
Indicador: Buenas prácticas aprobadas y socializadas / total de potenciales buenas prácticas.
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